Una gruesa capa de polvo cubría estanterías y frascos, dejando apenas entrever las etiquetas. «Amor ligero», decía una. «Miedo intenso», «Congoja» y «Pánico repentino» se leían en otro extremo. Algunas empezaban con palabras como «pena», «ilusión», «anhelo» e «impulso». Los armarios se alargaban hacia arriba y hacia los lados, sin límite. Busqué entre las estanterías… — read more

Lo maldijo llena de rabia antes de bajar la cabeza y romper a llorar. Él no se dignó a tocarla mientras sollozaba durante un largo minuto. Levantó los ojos, inundados, y lo miró sorprendida, la boca abierta, las piernas temblorosas. -Hay otra -dijo él, frío distante-. Tenías razón Trago saliva, negando con la cabeza, buscando… — read more

Lleva una camisa de rallas, como si fuera ex-presidiario, una fea cicatriz y un antifaz. Es fácil reconocerlo. Y no se molesta en disimular su risa estrepitosa. Se le conoce como el ladrón de tebeo, y suele estar cerca de la Plaza Maravillas, escondiéndose detrás de farolas y asaltando a viejecillas desconfiadas. Pero da más… — read more

«Dibujar una muñeca en el centro», decía el conjuro, y siguió la instrucción con el mismo cuidado que las anteriores. Repasó el pentagrama, su contenido, las velas alrededor, garantizando la perfección. Respiró profundo y recitó en voz alta las palabras que no entendía, con la máxima exactitud. Sólo cambió un detalle de todo el sortilegio,… — read more

Se dibuja una sonrisa mellada en su rostro sin rasgos, se agarra con fuerza a su bolso de cartulina, y sale a navegar en el río de caras desconocidas. Las mira una a una, esperanzada, aguardando a que su corazón se agite al ver lo que le falta. Quizá hoy encuentre unos ojos de tiza… — read more

Sujetó el arma con firmeza, luchando contra las nieblas del alcohol. «Tenías que ser tú», recriminó a la figura que le encañonaba. «Sabía que mandarían a alguien contra mí, pero tú… Después de todo lo que hemos pasado…» Hubo un movimiento brusco, los dedos aumentaron la tensión en los gatillos. «Aún puedes bajar la pistola… — read more

Comenzó a teclear en el ordenador muy precoz, y le cogió gusto. Se pasó toda la vida introduciendo números, letras, pensamientos, hechos, hasta que no quedó nada fuera. Aún se le escucha dentro de la caja, pulsando incansable. Enero 2012 — read more

El glóbulo seguía sus instintos, exploraba, luchaba, se extinguía, vivía. Y, sin saberlo, era insignificante; sólo parte de una vida mayor: el hombre. El hombre reflexionaba, construía, amaba, se esforzaba, moría, vivía. Pero era insignificante; sólo parte de una vida mayor: la ciudad. La ciudad se expandía, se conservaba, tenía sus días grises y sus… — read more

«Ya no es un niño», se repetía una y otra vez mientras rompía sus juguetes, deshacía su cama y vaciaba sus armarios. Las lágrimas nublaban su mirada, la furia le atenazaba el pecho. Se detuvo al escuchar un ruido, el dolor reemplazado en un instante con el miedo. ¿Había escondido la cartera? Sí, no podría… — read more

Desde aquí quiero agradecer efusivamente al Sr. Rubio que se haya tomado la molestia de convertir un microrrelato mío en algo más. Podéis verlo aquí: http://rubart-es.blogspot.com/2011/12/control-ferreo.html El Sr. Rubio tiene mi más sincero agradecimiento por este regalo. Quedo en deuda con él. — read more