Sin sentido: deficiencias sensoriales

Tradicionalmente se reconocen cinco sentidos en el ser humano: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Y la falta de cualquiera de ellos se considera una enfermedad. Pero, mientras que la falta de visión o de audición son muy populares, por las evidentes consecuencias para la vida que no hace falta explicar, las otras discapacidades tienen mucha menos visibilidad y conocimiento.

Lo primero que me llamó la atención fueron los nombres:

SentidoEnfermedadEnfermo
VistaCegueraCiego/a
OídoSorderaSordo/a
OlfatoAnosmiaAnósmico/a
GustoAgeusiaAgéusico/a
TactoAnafiaAnáfico/a

Para mi disfrute y de quien pueda llegar, paso a resumir someramente lo que he leído sobre ellos.

Anosmia

El olor puede causar grandes pasiones y grandes repulsiones
Fuente: Wikipedia, de la Wellcome Collection gallery (2018-04-02), por Hokusai Katsushika, CC-BY-4.0, CC BY 4.0,

Según wikipedia, viene del griego ἀ-, an, ‘sin’ + ὀσμή , osmé, ‘olor’, ‘olfato’ + -ia, ‘cualidad’.

Todos hemos sufrido anosmia en algún momento, por un catarro o por otras causas temporales. De hecho, existe el proceso normal de la fatiga olfativa en el que un olor se atenua al pasar el tiempo. La anosmia congénita es relativamente rara, y curiosamente se han hecho avances en terapia genética para solucionarla, como lo muestra este experimento con ratones publicado en 2012.

Aunque el olor no se usa continuamente en la vida diaria, su papel está claro en la supervivencia: avisa de peligros cercanos, de alimentos malos, de territorios marcados, es usado en interacciones sexuales… Está muy presente en nuestra vida diaria, como la quema de inciensos religiosos, los ambientadores, las colonias… De los tres regalos que los Reyes Magos llevaron a Belén, dos estaban relacionados con el olfato. Los estímulos olfativos son tan importantes que en un entorno que huela mal pocas personas aguantarán sin marcharse.

Ageusia

Cuando se dice que la vida está hecha de pequeños placeres, el plaer gustativo suele estar muy presente.
Fuente: Wikipedia, By Missvain – Own work, CC BY 4.0

Viene del griego ἀ-, ‘sin’ + γεῦσις , geysis, ‘gusto’, ‘olfato’ + -ia, cualidad. De geysis viene precisamente gusto, degustar o disgustar. Algunas variaciones son la cacogeusia, cuando sabe mal algo que no debería, o la fantogeusia, cuando se perciben sabores que no están presentes.

El principal objetivo del gusto es avisar de alimentos peligrosos, pero para eso también se cuenta con el olfato, y de hecho la ageusia y la anosmia suelen ir de la mano.

Anafia

El tacto es sin duda el sentido con mayor número de sensores.
Fuente: Wikipedia, De Resped – foto propia, CC BY-SA 2.5

Viene del griego ἀ-, an, ‘sin’ + γεῦσις , haphe, ‘tacto’, + -ia, cualidad. De haphe vienen otras palabras como hafefobia, el miedo a ser tocado, hiperafia, cuando se siente demasiado el tacto, o háptica, la ciencia que estudia el tacto.

Puede ser total o parcial (aunque a esa se le llama hipoafia), siendo la más común la que se siente en las llemas de los dedos. Se produce por quemaduras, evidentemente, pero también por lesiones de la médula espinal o por neuropatías.

Las consecuencias son mayores de lo que podría parecer, ya que el tacto tiene muchas funciones, no sólo avisar de peligro: se usa para transmitir amistad, afecto, apoyo, amor, por motivos sexuales, por motivos sociales (en saludos), en medicina y terapia, en juegos, para llamar la atención… Aunque su uso varía por países, ya que mientras que en algunos apenas hay contacto (como Japón o Reino Unido), en otros el contacto es muy habitual (América Latina, Mediterráneo, Oriente Medio).

Agnosia

Un apartado especial para la agnosia, que se da cuando un sentido funciona correctamente, pero el cerebro no lo procesa correctamente. La agnosia táctil, por ejemplo, imposibilita a alguien a identificar algo por el tacto. O la simultagnosia permite identificar partes de un objeto, pero no identificar el conjunto (por ejemplo, se ven ojos, orejas, boca…, pero no la cara).

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