La felicidad

Nunca ha sido lo mismo «estar feliz» que «ser feliz». Aunque la RAE sólo dé una definición, el abismo que hay entre ambas expresiones es tan grande como el que existe entre «estar alegre» o «ser alegre». Y creo que éste último sí salta a la vista. Se puede ser feliz pero estar triste porque hemos recibido una mala noticia.
La humanidad ha dedicado muchos recursos en definir la felicidad, filosófica, antropológica, médica y psicológicamente. Incluso hay una «World Database of Happiness«. Pero, a pesar de todo, no hay consenso. Voy a proponer una mía propia, que en parte bebe de .
Mapa de la felicidad. Más oscuro = más feliz
Fuente: Blog del Sr. Ortiz de Guzman
Dice la wikipedia que la felicidad es «un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada». A mí esa definición me vale para «estar feliz» pero no para serlo.
Para mí, la felicidad no es un estado, sino un camino. No es el estado de ánimo («estoy feliz porque me ha hecho un regalo») sino el camino persiguiendo la meta deseada. No es estado sino actitud. No se da sólo al alcanzar el objetivo, sino durante todo el esfuerzo. Es causa, consecuencia y parte de la motivación. Y, lo más importante, la felicidad es parte de una triada de actitudes:
  • La felicidad ocurre cuando se tiene un objetivo, una meta, un sueño, cuando se persigue. Continúa cuando se obtiene la meta, mientras se disfruta, y mientras se busca la siguiente.
  • La infelicidad ocurre cuando se siente que no hay metas que perseguir, cuando los días no tienen sentido, cuando se está en un pozo.
Felicidad e infelicidad son actitudes que suponen una diferencia en nuestras vidas. Si eres feliz, la energía brota. Si eres infeliz, el mundo a tu alrededor es un lugar oscuro, sin esperanza. Un niño pasa de la felicidad a la infelicidad cuando descubre que no puede obtener lo que quiere, pero, gracias a su gran capacidad de regeneración, pronto encuentra nuevos sueños y vuelve a ser feliz. Al crecer, aprendemos a asumir los tropiezos, bajamos las expectativas de nuestros sueños, porque las metas están más enraizadas en nuestros corazones y su poda deja cicatrices más profundas.
Mensaje vitalista típico que se vende en posters y anima a luchar contra la infelicidad
Fuente: Un post en el foro Taringa
Internet está lleno de mensajes que pretenden ayudarnos a agarrarnos a la felicidad, a salir de la oscuridad. Porque, si alguien es demasiado tiempo infeliz, deja de ser diferente y cae en:
  • La indiferencia supone una coraza, una defensa. Surge como defensa contra la infelicidad, la decepción.
Algunas personas mayores consiguen reducir sus expectativas al día a día, la armonía interior, la paz, y mantienen la felicidad y la ilusión hasta el final. Pero otras muchas caen en la indiferencia al acercarse el final, al no haber sitio para los sueños y las metas. Algunos jóvenes, muñecos de ilusiones rotas, también. Son autómatas sin ganas.
Y en realidad la humanidad no lucha contra la infelicidad, sino contra el pozo que se esconde en su interior.

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