Nadie recordaba la llegada del primero de la fila, ni del segundo. Pero la gente seguía poniéndose detrás y esperando, sin saber el qué, hasta que los días petrificaban sus gestos. La inmóvil procesión se convirtió en atracción, y llegaron multitudes para verla, formando nuevas filas
Octubre de 2014
NOTA: Siempre me ha parecido curioso cómo, en el momento que dos personas se paran a ver algo, más y más gente se va deteniendo curiosa a su alrededor…