Coged el libro y encerraos en un lugar cómodo y silencioso. O llevaos el libro a cualquier parte y leed hasta en el metro. Disfrutadlo como si se tratase de un amor de verano. Dulce, apasionado, efímero, como todo lo bueno. Sabéis que se va a acabar, y eso os angustia, incluso os aterroriza, pero también sabéis que dentro de un tiempo volveréis, por muy largo que sea el invierno.
Alex de la Iglesia,
presentación de «Festín de Cuervos», de George R.R. Martin