En una historia que me contó mi almohada hace unas semanas había algunos vacíos, y tengo la deliciosa afición de intentar llenarlos. En ese cuento, un aspirante a guionista se presentaba ante Peter Jackson y Benicio del Toro. Los directores cinematográficos le ponían a prueba: «Cuéntanos algo que dé realmente miedo». El aspirante a guionista empezaba a hablar sobre un pueblo oscuro y tenebroso, perdido entre bosques, donde las pesadillas de la gente se hacían realidad.
Al despertar, un nombre imaginario acudió a mi cabeza: Schwarzburg.
Schwarzburg recibe a sus visitantes. Fuente: Wikimedia |
Lamentablemente, 350.000 años de evolución humana ya habían utilizado el nombre. Schwarzburg fue un condado desde el año 1.195 al 1.495 en el Sacro Imperio Romano-Germánico, bajo la protección de los Condes de Schwarzburg, en una región de la actual Alemania llamada Turingia. Por cierto, les gustaba mucho el nombre de Gunther, llegando hasta el XXXIX. Sin tener en cuenta nombres compuestos.
A finales del siglo XVI, la Casa Schwarzburg se dividió en dos: los Schwarzburg-Rudolstadt y los Schwarzburg-Sondershausen. Con la casa, el territorio se dividió también en dos. Un siglo más tarde, ambas casas obtuvieron el título de Príncipes, y ambas regiones se convirtieron en principados.
En 1909, ambas casas volvieron a unirse en el príncipe Günther Victor, que también fue el último príncipe alemán en abdicar en 1918, durante la Revolución Alemana y la caída de las monarquías alemanas.
Tras el final de la I Guerra Mundial, entre 1919 y 1920, ambas regiones se unieron al nuevo estado libre de Turingia, manteniendo sus nombres. En 1945, tras la II Guerra Mundial. fue ocupado por las fuerzas aliadas, pero pocos meses después paso al bloque soviético, donde se integró en la República Democrática Alemana. El resto es historia contemporánea.
Mientras, la Casa Schwarzburg pasó por dos personas más: Sizzo Schwarzburg (que sólo retuvo el cargo un año antes de morir en 1926) y su hijo Friedrich Günther Schwarzburg, que murió en 1971 sin descendiente directo. Hubo un par de pretendientes, pero no lograron imponer su derecho, y la casa real de Schwarzburg se extinguió.
El poco ostentoso escudo de Schwarzburg-Sondershausen Fuente: Wikimedia |
Centrándonos en el tema geográfico, tenemos un condado de Schwarzburg que se dividió en 2 principados, que se unieron en un sólo estado de Turingia pero mantuvieron sus nombres, uno con 85.000 habitantes (Schwarzburg-Sondershausen), y otro con 97.000 (Schwarzburg-Rudolstadt). Y, en este último, casi olvidado, heredero del nombre pero casi insignificante, encontramos por fin el pequeño municipio y pueblo de Schwarzburg.
Se trata de un pueblo muy pequeño, sólo 542 habitantes. A sus afueras están las ruinas del viejo y abandonado castillo de Schwarzburg (del siglo XII). Y, todo alrededor, bosques hasta donde llega la vista. Parece que sacado de mi sueño. ¿No es el lugar perfecto para una historia?
Ruinas del Castillo de Schwarzburg Fuente: Wikimedia |
Pues aún hay más: no muy lejos de la Aldea Negra se levanta la mucho más próspera Bad Blankenburg, literalmente la Aldea del Baño Luminoso…