La niña agarró la rama, y tiró, y tiró, hasta que el árbol le arrancó el brazo. Al día siguiente, resignados, sus padres la talaron y asfaltaron su habitación.
Septiembre 2011
Relato escrito con furia, tras ver cómo dos niños deshojaban con saña y risas un árbol en la calle, mientras sus progenitores miraban hacia otro lado.