Los personajes hacen grandes interpretaciones, pero en ocasiones hay demasiados y resulta complicado recordarlos. La fotografía no es demasiado buena, con planos cortados y desenfocados, aunque obtiene algunas escenas extraordinarias. Existen muchas historias, tramas dentro de subtramas, pero la historia principal está falta de un hilo argumental sólido. Eso no impide que el espectador termine empatizando con el protagonista. Y sobre el metraje, le sobra bastante: se podrían haber cortado muchas escenas de relleno sin afectar al resultado. Y, aun así, a veces cuesta cerrar los ojos por la noche y dejar de ver lo que ocurre.
Agosto 2011