La anciana llama a los jóvenes a gritos desde la sombra del abeto: «Bebe este filtro de amor y los primeros ojos que te miren se quedarán prendados». Pero la gente desconfía: Si sus pócimas funcionan, ¿por qué pasa los días sola? No saben que derramó por error su primera poción sobre la corteza del viejo árbol.
Junio de 2011